El mejor amigo del hombre, científicamente le reduce el riesgo cardiovascular.

Una nueva investigación demuestra una asociación entre la presencia de un perro en el hogar y la mejora sustancial de la salud relacionada, aunque no solo, con un menor riesgo cardiovascular.

El perro es el mejor amigo del hombre. Esta afirmación directamente relacionada con su inquebrantable lealtad y sus infinitas cualidades como animal de compañía no esconde sin embargo que los canes también han sido muy útiles históricamente en labores de trabajo, rescate o investigación policial.

Pero también destaca su aportación en el ámbito de la salud, donde se han mostrado eficaces en la detección de enfermedades, como perros guía y como protagonistas de terapias de diversa índole dirigidas a niños, ancianos o personas que sufren algún tipo de discapacidad, trastorno o adicción. Y además, por el mero hecho de estar, mejoran la salud cardiovascular de su propietarios.

Al menos esa es la principal conclusión de una investigación publicada en ‘Mayo Clinic Proceedings: Innovations, Quality. El trabajo, en el que han participado investigadores de la Universidad de St. Anne. Hospital (Brno, República Checa) y la Universidad de Catania (Italia), y que examinó a 1.769 sujetos sin antecedentes de enfermedad cardíaca y los calificó según los comportamientos y factores de salud ideales de Life’s Simple 7.

Este baremo, utilizado por la Asociación Americana del Corazón mide siete aspectos fundamentales relacionados con la salud: índice de masa corporal, dieta, actividad física, tabaquismo, presión arterial, glucosa en sangre y colesterol total. Los investigadores compararon las puntuaciones de salud cardiovascular de los dueños de mascotas en general con los que no tenían mascotas. Luego comparó a los dueños de perros con otros dueños de mascotas y aquellos que no tenían mascotas.

Y los resultados del trabajo muestran que quienes poseían mascota tenían más probabilidades de informar sobre más actividad física, mejor dieta y buenos niveles de azúcar en la sangre. Aunque las mejores puntuaciones, y por tanto los mayores beneficios de tener una mascota, fueron para aquellos que disfrutaban de un perro, independientemente de su edad, sexo y nivel educativo.

Y es que la compañía de un perro obliga también a los dueños a salir, moverse y jugar con él regularmente. Ser dueño de un perro también se ha relacionado con una mejor salud mental en otros estudios y una menor percepción del aislamiento social, ambos factores de riesgo para ataques cardíacos.

DuvaCuba.

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