Cuba legaliza la pequeña y mediana empresa privada: podrán importar y recibir financiación extranjera
Miles de empresas privadas podrán incorporarse al mercado cubano durante los próximos meses. Esta reforma se convierte en una de las medidas más importantes tomadas por el Gobierno de la isla en los últimos 60 años.
De esta manera, el presidente Miguel Díaz-Canel permitirá que las microempresas y las pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) tengan el carácter de compañías privadas. Así, el líder cubano ha dado un paso al frente respecto al autoempleo, permitiendo la creación de nuevos negocios, que también podrán ser mixtos.
Las empresas tendrán que competir para sobrevivir
Según economistas cubanos, esta iniciativa permite que ciertas actividades económicas se descentralicen y, además, que aquellas que son subsidiadas comiencen a ser rentables. En el sector hostelero, por ejemplo, miles de empresas financiadas por el Gobierno tendrán que cerrar o, en su defecto, tendrán que convertirse en cooperativas o empresas privadas para mantenerse. Es decir, que aquellas actividades que hasta ahora sobrevivían gracias a un subsidio estatal comenzarán a jugársela en el mercado tomando el carácter de empresa privada para competir con el resto del sector, que mantendrá ciertas compañías públicas, según un gerente involucrado en el proceso entrevistado por Reuters.
Durante 60 años, la mayor parte de la economía cubana recaía en las manos del Gobierno, exceptuando una reforma que se hizo en la década de 1990, por la que se aprobaba la creación de pequeñas empresas fuertemente reguladas por el Estado. Una iniciativa que ha conseguido que, actualmente, un tercio de los 4,9 millones de cubanos empleados estén bajo el paraguas del sector privado.
Una reforma para paliar el impacto del coronavirus
Esta reforma de Díaz-Canel responde al mal momento por el que está pasando la isla, derruida económicamente por la pandemia. La creación de un sector privado, al que permitirá fijar precios, importar, exportar, recibir capital extranjero y básicamente jugar con las reglas del libre mercado, servirá para atraer a Cuba los recursos de los que ahora mismo no dispone, como alimentos, medicinas y otros bienes básicos. Unos recursos que quizás no podría conseguir desde el ámbito público debido al bloqueo económico y comercial de la isla.
«Es un punto de partida para una nueva etapa en la diversificación de la economía y su desarrollo, con el fin de aprovechar al máximo su potencial«, el ministro de Economía, Alejandro Gil, que también agregó que la reforma impulsaría el empleo y permitiría que la economía crezca con más fuerza a medida que avanza la pandemia.
Los empresarios tendrán ciertas restricciones
Cabe destacar que, a pesar de la libertad de la que gozarán los emprendedores y empresarios cubanos con respecto a las décadas pasadas, sí que tendrán dos restricciones importantes.
En un intento de que un empresario no aglutine un segmento mayoritario del mercado de un sector e impedir que diversifique su actividad en otros sectores alcanzado un poder social y económico del que el Gobierno no está dispuesto a dotarle, los administradores cubanos han prohibido que estas empresas tengan más de 100 trabajadores. Además, los empresarios no podrán poseer más de una compañía.
«Con esta apertura, en unos años el sector no estatal representará más del 50% del empleo total de la economía», dijo Pavel Vidal, un ex economista del banco central cubano que enseña en la Pontificia Universidad Javeriana de Cali en Colombia.